viernes, 8 de enero de 2010

REVISIONISMO HISTÓRICO EN PRO DE LA VERDAD HISTÓRICA

La historia tiene varias visiones particulares de ser contada.

La mayoría de los que cuentan la historia, lo hacen desde distintos puntos de vista, que son personales y al mismo tiempo políticos, pues no se abstraen de su sentir hacia el poder.
  • Desde el punto de vista nacionalista, se dará total legitimización al poder ó gobierno de turno. Es la historia, que a través de la enseñanza, pautada desde el poder político y plasmada en los libros de texto oficiales, convierte los hechos históricos vistos desde la perspectiva manipuladora individual, en “historia oficial”. Muchas veces, la mayoría, son verdades falseadas plagadas de distorsión en pro de causas políticas de turno. A pesar de pasar en el tiempo, a través de distintas creencias políticas en el poder, la de turno, nunca a intentado sincerarse y devolverle al pueblo, la verdadera verdad histórica, admitiendo el error de otros y de ellos mismos, si ya han sido gobierno en el pasado. Toman la historia desde el punto de vista que les conviene para legitimar sus acciones en el presente en función de esos hechos pasados tergiversados. El pasado repleto de verdades unas falseadas y otras negadas, de mitos y leyendas, de héroes reales e inventados, es la excusa de los hechos presentes.
  • Desde el punto de vista pacifista, se dará crédito a todos los hechos históricos, que no atenten contra el poder político de turno, los que no originan situaciones de violencia en contra de ellos mismos. Tenemos otra vez, una verdad plagada de falsedades y distorsión, para servir a la causa de la paz. Se quita de la historia todo recuerdo de guerras sin lógica; se silencia a la enseñanza, en pro de una educación antimilitarista. Se vuelca la enseñanza de la historia hacia las artes, la cultura general, el cuidado del medio ambiente y en las ciencias sociales todo es paz y amor.
  • Desde el punto de vista crítico, se supone que la historia no debería olvidarse de nada, no debería deformar los hechos acontecidos y daría después de un análisis profundo, la justa dimensión de los acontecimientos, con respeto y siendo leal no solo, a los datos comprobables y documentados, sino también a los trasmitidos de generación en generación, que forman parte intrínseca de muchas comunidades, semejantes o distintas, de la sociedad en que está inmerso, quien debe aparecer circunstancialmente como el historiador de turno. El conocimiento histórico debe describir los sucesos en su verdadera dimensión, localizados en su espacio físico real y relacionados en el tiempo con sucesos anteriores y posteriores, locales y universales.

Ignorar la verdad del pasado impide entender el accionar del presente.

Los historiadores, deben recomponer los valores, que por manipuleos, se han ido perdiendo solo en las historias social, económica y política, porque las historias del arte, de la cultura, del medio físico-geográfico, no son tergiversadas, pueden ser mal interpretadas o en el caso del arte que es muy subjetivo en el análisis de las obras, puede aparecer individualismo del analizador local o universal sin intención de modificación de la verdad.

Desde nuevos valores de conciencia humana, con respeto, tolerancia y solidaridad, en pro de la justa verdad, los historiadores unidos en una organización universal y en comisiones regionales y locales, deberían revisar el pasado, hacerse cargo de los errores y enmendarlos, con declaraciones públicas, clarificadoras, de esas verdades mentirosas de las que el mundo entero a participado. Por algunas manipulaciones, deberán pedir disculpas por sus predecesores y deberán comprometidos en la causa de “siempre la verdad”, prometer a la sociedad mundial y fundamentalmente a sí mismos, que no pasará más, nunca más, que la verdad en el futuro siempre va a ser la verdad histórica, la verdad oficial universal o local, siempre la única verdad, vista desde cualquier punto de vista.

Para algunos debe ser un deseo, para otros una utopía.
Para los niños y jóvenes, que se están formando y aprendiendo a tener una conciencia impregnada de todo lo bueno que debería tener un ser humano en su mente y en su corazón, una necesidad.

Es la historia oficial, bien contada, la que puede hacer del futuro de la humanidad, un espacio vivido con paz, comprensión, tolerancia y fundamentalmente con solidaridad y amor universal.

Es mi deseo!!

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